EL MODELO K...


...prendido con alfileres y del precio de la soja.

Por Luis Lafferriere – Docente universitario de economía política

   Hablar del “Modelo K” es quizás una simplificación, si queremos referirnos a la situación de la economía argentina en la última década y comprender acerca de su funcionamiento. En realidad, se trata de la particular estructura de producción-destrucción y de distribución-concentración de la riqueza que surge en la Argentina en los últimos años de la década del ‘90, luego de la larga crisis que terminó sepultando el modelo que estaba vigente hasta mediados de los años ’70 (el denominado modelo ISI). Digo esto porque no fue el kirchnerismo quien le dio el formato al actual modelo de acumulación, sino el menemismo, que sentó las bases estructurales y jurídicas de lo que luego se consolidará con la expansión que tuvo la economía a partir del año 2003.

   Cuando hablamos de un modelo de acumulación tenemos en cuenta cuáles son los sectores económicos y sociales predominantes, cuál es la inserción de la economía nacional en el mundo, cuál es el rol jugado por el Estado, cuál es el marco jurídico, cuáles las pautas distributivas de la riqueza generada, cuál es la dinámica del funcionamiento global, etc. Y avanzado ya este siglo XXI podemos caracterizar al nuevo modelo vigente en la Argentina como neocolonial extractivista, producto y a la vez propulsor de un proceso de concentración, extranjerización, saqueo y crecientes desigualdades sociales. Modelo no sustentable en el mediano plazo y fuertemente dependiente del exterior para su crecimiento sostenido.

   Este modelo socioeconómico se apoya en una estructura muy desequilibrada en base a unos pocos sectores que sirven para apuntalar el crecimiento que tuvo el país durante casi una década: la armaduría automotriz, los agronegocios contaminantes, la megaminería a cielo abierto y la extracción voraz y desenfrenada de hidrocarburos. En todos los casos citados, lo mismo que sucede en las restantes principales ramas de la economía, los protagonistas y beneficiados centrales son las grandes corporaciones transnacionales extranjeras, que han impuesto a nuestro país su rol de periferia primario-exportadora que abastece a viejos y nuevos imperios a costa de la depredación de los bienes comunes de la naturaleza que posee en su territorio. En este marco, el Estado debe garantizar la continuidad esencial del modelo y mantener la gobernabilidad y el orden, cumpliendo además con el pago de la deuda y los subsidios a los grupos económicos.

   Este modelo de acumulación tiene (como cualquier otro) un funcionamiento cíclico, y hasta ahora pasó por varias etapas: la de su gestación dolorosa después de la demolición del modelo anterior (últimos años del menemismo), luego vino una profunda crisis que serviría para quebrar las últimas resistencias que quedaban de la ‘vieja’ Argentina (2001-2002), y a continuación la fuerte recuperación y posterior crecimiento (entre el 2003 y la actualidad). Ha mostrado una tendencia inédita a crecer sin grandes sobresaltos externos, como pocas veces ha sucedido en la Argentina. Para ello contó con una serie de condiciones internas favorables y un fuerte impulso del sector externo (en base a precios récords de los bienes primarios que exportamos).

   Se apoyó en sus comienzos en dos logros importantes: los denominados superávits gemelos (fiscal y externo). Eso significó para el país tener divisas abundantes (que alcanzaran para pagar deuda, fugar capitales y poder remitir ganancias al exterior) y para el Estado contar con ingresos suficientes (para tener un amplio superávit primario con el cual comprar divisas y abonar los intereses de esa deuda). Todo eso fue posible por el incremento sostenido y a niveles récords de los precios de los productos exportables, en especial el principal rubro exportador que representa el complejo sojero.

   Sin embargo, los ciclos en el capitalismo son inexorables, y hoy aún con precios muy elevados de nuestras commodities en el mercado mundial, se observan los síntomas claros de un agotamiento de muchos de los factores inicialmente favorables (a la acumulación y concentración de los grandes capitales). Se partió de un contexto de salarios casi pulverizados y de un enorme desempleo abierto, de rubros del gasto público que habían caído por el piso (como los sueldos y los haberes jubilatorios), de un nivel de actividad económica de depresión (y con muy bajas importaciones). Todo esto con un alto tipo de cambio (dólar caro), que a la vez de operar como barrera proteccionista constituía un aliciente a las exportaciones de casi todos los bienes transables (primarios e industriales).

   El crecimiento posterior a la crisis de principios de siglo permitió inicialmente aprovechar la elevada capacidad ociosa de la industria y los bajísimos costos laborales que implicaba el elevado proceso inflacionario. Esto sumado al alto valor del dólar potenció no sólo el crecimiento concentrado de los sectores más dinámicos y competitivos, sino el logro de altísimas ganancias para las grandes corporaciones que controlan la economía argentina. Y de la mano de ese crecimiento se produjo durante los primeros años una recuperación sostenida del empleo privado, junto a la parcial recomposición salarial de los trabajadores, aunque con grandes retrasos en el sector informal que sigue teniendo un peso significativo en el total de ocupados. Esto permitió que el consumo interno se mantuviera en niveles sostenidos, a partir de los mayores ingresos del conjunto de la población, no sólo de los sectores más beneficiados sino también de aquellos que se fueron incorporando al mercado consumidor.

   A partir del 2007 van a ir asomando problemas que muestran el gradual agotamiento de varias de las condiciones iniciales favorables. Los grupos empresariales concentrados que tienen el control de los principales mercados en la Argentina tomaron como estrategia frente a las presiones por subas salariales, subir los precios para garantizar sus enormes ganancias. El empleo privado desde entonces crece muy poco y es reemplazado por una suba del empleo público y por cientos de miles de subsidios clientelares. Comienza a sentirse la inflación, que también va a ser funcional al gobierno, ya que con una estructura impositiva regresiva que viene intacta desde la última dictadura, toda suba de precios es a la vez aumento de recaudación tributaria (aunque a costa de los que menos tienen).

   Aún así el Estado empieza a perder superávit fiscal (por los aumentos de salarios y haberes, y por los crecientes subsidios y pagos de deuda), por lo que se ve obligado año tras año a acudir a nuevas fuentes de financiamiento (incluyendo los fondos que pertenecen a los jubilados, los recursos que se apropia de las provincias, las cajas de organismos públicos, etc). A pesar de esos ‘manotazos’ (y de los reiterados anuncios oficiales del ‘desendeudamiento’) la deuda pública viene creciendo en más de diez mil millones de dólares por año desde el 2010, y es intención del gobierno aumentarla mucho más.

   Mientras los precios de la soja en el mercado mundial siguen por las alturas, han dado margen al gobierno nacional para tapar muchas de las deficiencias estructurales de este nuevo modelo de acumulación altamente desigual, que mientras garantiza superganancias a la cúpula concentrada del capital y saqueo de riquezas al exterior, ofrece sólo pan y circo para los sectores más relegados de la sociedad. Pero aún así, los problemas se han acumulado en los últimos años, y el 2012 se presenta muy complicado y con serias dificultades para continuar con el modelo intocable.
   Se agrega a eso una amenaza real del frente externo, donde la crisis de las grandes potencias puede hacer caer los precios de las commodities y derrumbar nuestras exportaciones, lo que dejaría al país sin divisas y en una situación catastrófica dada su estructura altamente dependiente del exterior; pero que también agravaría al extremo la situación financiera del Estado y afectaría la marcha global de la economía. En síntesis: un modelo prendido con alfileres y colgado del  alto precio internacional de la soja.

   Frente a este panorama, pareciera que la decisión del gobierno es aplicar un ajuste fiscal no tan severo, que permita reducir algo el gasto público y subir sus ingresos. Para ello apela a poner techo a la recuperación salarial, disminuir la transferencia de fondos a las provincias, subir tarifas a usuarios de servicios públicos, y prepararse para continuar pagando a los acreedores con el uso de las reservas del Banco Central (si fuera necesario) si el superávit fiscal no alcanza.

Pero sucede que el margen del ajuste es muy estrecho. Un 30% de la población viviendo en niveles de pobreza y otro sector significativo en condiciones muy cercanas a ella. Un 40% de la Población Económicamente Activa está desempleada o con empleos precarios e informales. Y gran parte de la sociedad sufriendo el deterioro de los servicios públicos esenciales, lo cual tiene un impacto negativo intenso (actual y a futuro) sobre la calidad de vida de la población.

   En las provincias, las dificultades comienzan a sentirse, ya que las finanzas se resienten y los ajustes se trasladan. Llegan las presiones hacia los gremios estatales para que acepten mantener el fuerte deterioro salarial, y en el caso de Entre Ríos, vuelven también los intentos de ajustar las cuentas públicas a costa del sistema previsional. Esto es, que los costos los empiecen a pagar los trabajadores y jubilados, en línea con las decisiones que se toman a nivel nacional.

   En síntesis, ‘aunque venga la crisis el modelo no se toca’. La llamada ‘sintonía fina’ y la pregonada ‘profundización del modelo’ quieren decir más de lo mismo pero con un contexto desfavorable. Los beneficiados serán siempre los mismos, y los perjudicados deberán contentarse ahora con las pocas migajas que se caigan de la mesa, luego de la depredación provocada por los poderosos.

   A los acreedores se les pagará a rajatablas. Los grupos monopólicos y oligopólicos seguirán con sus superbeneficios. Y la mayoría de los argentinos deberá ajustarse el cinturón y hacer su ‘contribución patriótica’ al imperio. Si el pueblo no  acepta esto ‘por las buenas’ el gobierno ‘nacional y popular’ está mostrando su remedio: más represión y más legislación represiva.

   Pero la sociedad argentina no es la misma de siempre. No aceptará caer a niveles de vida insostenibles y ver agravada la situación de millones, solo para continuar con un modelo que ni en la fase más favorable ha servido para solucionar los graves problemas sociales, y que a futuro lo único que promete es más exclusión y más sacrificios al grueso de la población.

   Por eso es que los conflictos (que nunca desaparecieron) se han ido haciendo cada vez más frecuentes y numerosos en todo el territorio, y los reclamos por cuestiones gremiales, sociales, ambientales, etc, reflejan los costos crecientes del modelo neocolonial extractivista, que llevarán probablemente a que la resistencia se generalice y se abran espacios de unidad que permitan pensar en construir otra economía, otra sociedad y otro futuro mejor para todos los argentinos.

13-3-2012

LAS CHUSCHUDAS DEL FAMATINA


por JENNY LUJAN
Asamblea de Famatina y Chilecito 
para el
      ENCUENTRO DE MUJERES DE LA OTRA CAMPAÑA


Somos solo mujeres,
Pero esa es nuestra gran virtud,
De ser altivas y hermosas
Porque somos la historia nueva,
Porque somos territorio,
Porque somos la Pachamama,
Porque somos flor y revolución…

Amanece, el sol se asoma tímidamente iluminando la cumbre del nevado que majestuoso se muestra tras una noche plateada. Son las 6,35 y en la barrera un grupo de jóvenes debate la organización de talleres para ese día. Todos y todas hablamos mucho por estos días. Cabildeo de miradas, se  toma la palabra, se opina, se decide, se planea, se organiza, se distribuyen tareas, en fin, se construye democracia participativa.
Inés prepara el mate con muña mientras Margarita amasa las tortillas, Germinal riega la calle con dos grandes baldes. Carolina limpia el frizzer, Gloria barre con una escoba de jarilla el Altar de los Santos. Desde lo alto del cerrito que nos cubre, se ve el campamento despertar lentamente. Unos duermen alrededor del fuego que ya agoniza entre tizones moribundos. El cumpa Julio levanta la basura mientras pone en marcha la radio que nos trae las noticias. En un par de horas escucharemos a Walter diciendo que hay visitantes que quieren subir al corte para que pasen a buscarlos. El pan llega calentito de la mano del Flaco de Campanas, la María espera a la Vicenta preparando las ollas que se lucen sobre la mesa mientras el canal de riego distribuye el agua bendita que nutre nuestros sembradíos. Agua que baja del Famatina impregnado las gritas de la tierra, agua que nos da vida y nos define ancestralmente agricultores.
Lentamente se pone en marcha un día más en el campamento, la guardia nocturna se apresta a descansar  y comienzan a llegar los y las vecinas con sus canastas donde no falta el mate, el pan casero y la tortilla.
No paramos de recibir donaciones de alimentos, verduras frescas, frutas, bidones de agua. El ritmo del candombe aun resuena en la cabeza y en nuestros cuerpos luego de una noche de baile y encuentro. Cientos de compañeros y compañeras de toda la provincia y provincias vecinas compartieron un fin de semana cargado de palabra, de ritmos, de expresión artística, de encuentros, de solidaridad. La trutruca (instrumento de viento mapuche) suena a lo lejos en manos del Chuña de Belén convocando a los espíritus ancestrales del rio Amarillo y retumbando en las quebradas que definen un paisaje inigualable en el Alto Carrizal.
Entre mate y mate irrumpe la pregunta de Sofía, una cumpita que nos vista ¿Quiénes son las chuschudas?  La mirada cómplice de las lugareñas se cruza entre risas tímidas y carcajadas, “las mujeres de Famatina y Chilecito” responde Germinal señalándonos. “Así nos llama el gobernador” dice Yanina orgullosa.
Si, somos las chuschudas (despeinadas en lengua quechua), las locas, las desinformadas, las cerroristas. Somos solo mujeres. Mujeres que hablamos en primera persona y desde nosotras mismas, conjugando las varias voces que nos componen. Mujeres que acompañamos a nuestros hombres en una pueblada que nos dignifica y nos muestra hembras rebeldes. Mujeres que tomamos la palabra, que decidimos, que ponemos el cuerpo ante la ofensiva represiva y de los camiones que pretenden entrar a destruir nuestro territorio.
Nosotras reconocemos nuestro territorio como digno para la creación, el pensamiento y la existencia y lo defendemos con prácticas de desacato y rebeldía contra un nuevo intento de recolonización, nos disponemos creativa y agresivamente a defendernos, como toda hembra que percibe el peligro que pone en riesgo la vida de sus crías ante la amenaza de un nuevo enemigo.
La historia de las mujeres siempre ha estado  invisibilizada por el sistema, al que no le conviene el cuestionamiento, el enfrentamiento y el desenmascaramiento. Las mujeres en Famatina y Chilecito hemos tomado lo público, la calle, las plazas, las rutas como escenario de una forma de participación que abre caminos retomando las luchas de mujeres silenciadas por la historia como Victoria Romero, Bartolina Sisa, Micaela Bastidas, la India Juliana. Juana Azurduy, Flora Tristán, Dolores Cacuang, Manuela Sáenz, Tania, Azucena Villaflor entre miles de mujeres negadas por el orden machista.
Locas, agitadoras, rebeldes, desobedientes, subversivas, brujas, callejeras, chuschudas, trastornadas, somos un tejido de solidaridades, de identidades, de compromisos, somos mujeres. Mujeres solteras, casadas, divorciadas, solas y acompañadas. Estudiantes, amas de casa, trabajadoras, empleadas y desempleadas. Soñadoras y seductoras. Con mas y con menos edad, todas cocinando, limpiando, amando, bailando, pintando, enamorándonos y paliándonos.  Dispuestas a luchar por nuestros pueblos, empeñadas en asumirnos como sujetos políticos para decirnos y decidirnos. Para que otros no decidan por nosotras, aceptando nuestras contradicciones, sin tratar de resolverlas enfrascándonos en una pelea por la verdad, sino mas bien creciendo a partir de ellas.
Cientos, miles de mujeres riojanas que en diferentes lugares de nuestro territorio armamos trincheras en las aulas, en nuestros hogares, en las plazas, en las rutas y en el campamento del corte de la dignidad. Estamos aprendiéndonos, estamos reconociéndonos, estamos  encontrándonos con otras mujeres que, al igual que nosotras, están de pie en Andalgala, Tinogasta, Santa María, Amaicha, Cafayate, Belén y muchos pueblos de toda la Argentina y Latinoamérica, expresión pura de lucha y resistencia  que elevan la voz ante los atropellos de los gobiernos y empresarios angurrientos de poder y avaricia.
Hoy somos cientos, miles las chuschuadas que caminamos tranquilas, en paz, despacio pero decididas. Nuestros pueblos se han vestido de rostros de mujeres, rostros de niñas y niños, de rostros de hombres; los rostros de  los pueblos, quienes llenas y  llenos  de  esperanzas, sueños, experiencias,   luchas y  resistencias, participamos orgullosos y orgullosas de esta digna resistencia que crece y se desparrama impregnando el continente como agüita fresca del Famatina.

MUJERES REBELDES, INSURGENTES, COMBATIVAS… MUJERES QUE LUCHAN…



              Por el Espacio de Generos – MPLD para el
      ENCUENTRO DE MUJERES DE LA OTRA CAMPAÑA


“Porque queremos decidir.
Porque  podemos elegir.
Porque buscamos libertad”.


Estas mujeres, nosotras, luchamos por un mundo nuevo, en el que las relaciones de opresión y de explotación dejen de existir como instrumentos de dominación de unos pocos sobre las mayorías populares. Nuestra principal tarea en este sentido, consiste en desmontar los “modos del pensar y hacer” que se han constituido social e históricamente y que sirven para la reproducción de dichas relaciones de opresión y explotación. En este camino resulta prioritario para nosotras y nosotros, como luchadoras y luchadores sociales, poder confrontar la mirada androcéntrica a partir de la cual se ha construido la historia oficial de nuestros pueblos. Este relato oficial que pone al hombre como referente universal y medida de todas las cosas, ha tenido como efecto el silenciamiento de la práctica de resistencia de las mujeres en los procesos políticos de nuestros territorios. Como luchadoras y luchadores sociales necesitamos desarticular este relato (estatal) normalizado y reconstruir nuestra historia, a partir del reconocimiento del papel destacado que hemos tenido en ella, y que hoy continuamos teniendo en la lucha por la emancipación humana. Es este un ejercicio de memoria crítica impostergable para quienes nos proponemos construir relaciones sociales de nuevo tipo, despojadas de toda forma de opresión.
A lo largo de la historia de nuestra América las mujeres hemos tenido un papel protagónico en la lucha por la liberación. La aparente limitación a la esfera privada de la casa y la familia, en contraste con la esfera pública reservada para los hombres, también ha sido subvertida a través de esta historia. Las luchas de las mujeres en Latinoamérica se remontan desde las resistencias al colonialismo y las guerras de independencia durante el siglo XIX, en las cuales muchas mujeres participaron activamente y luego reclamaron sus derechos a ser consideradas como plenas ciudadanas, o bien el reconocimiento de la autodeterminación territorial de los pueblos que integraban. En las primeras décadas del siglo XX, las maestras, las trabajadoras industriales y las campesinas cumplieron un papel crucial en las revueltas sociales para reivindicar los derechos de la clase trabajadora y en la organización del movimiento obrero anarquista y socialista. Asimismo, hemos luchado por ser incorporadas dentro de la estructura de trabajo formal, percibiendo los mismos derechos que cualquier trabajador hombre por el desempeño de las mismas tareas. Y también hemos luchado a la par de los hombres en todos los campos de batalla en los que se ha jugado la posibilidad de destruir el sistema capitalista: en el arte, en la construcción política y en la territorial comunitaria, en la teoría y en la guerra. Y por ultimo, pero no menos importante, hemos peleado por ampliar los horizontes de lo posible, ensayando nuevas formas de vida susceptibles de ser vividas, tanto en términos sociales, políticos, como sexuales e identitarios.
Nosotras fuimos y somos parte de la gestación del movimiento piquetero en nuestro país y de los movimientos sociales en toda América, desde el cual aprendimos a organizarnos, en el que nos encontramos no sólo para resistir el avance de las políticas de hambre, exclusión y desocupación perpetradas por los artífices neoliberales, sino también y fundamentalmente para oponerle la construcción de nuevas formas de organización social a partir de las cuales comenzamos a crear nuevas maneras de vivir, más colectivas, más solidarias, más libres, y comenzamos a explorar creativamente nuestras posibilidades de auto-gestionar lo que íbamos  ganando en cada lucha.
En este proceso de organización y creación de poder popular no sólo asumimos que podemos recuperar, arrancándole a los poderosos, lo que nos han quitado (un techo, la posibilidad de alimentar dignamente a nuestros hijos, un trabajo digno, salud, educación…) e ir por más. Sino también reconocimos nuestra fortaleza, nuestra capacidad de decidir, nuestra capacidad de hacer, de actuar, de elegir. Esa fortaleza que ponemos en juego en cada corte, en cada toma, en cada piquete, en cada ocupación, en cada enfrentamiento con las fuerzas represivas o patotas o punteros; la ejercemos nosotras las mujeres con nuestro cuerpo, con nuestra determinación y con la convicción de triunfar en cada batalla. Nos organizamos para defender cada uno de nuestros derechos arrebatados, y también para sustraer nuestros cuerpos del mercado.
Por todo esto el papel de las mujeres en las luchas sociales es siempre protagónico, pero también siempre silenciado por los grupos hegemónicos…
Porque cuando nos levantamos contra los poderosos, contra los explotadores, exigiendo lo que es nuestros, por el socialismo o el anarquismo, por una sociedad libre y sin patrones o por nuestros derechos laborales o nuestras necesidades mas inmediatas: un techo o alimentos o trabajo; no somos sólo luchadoras, somos mujeres y eso es muy difícil de digerir para quienes quieren perpetuar el orden capitalista y patriarcal…
 Porque si bien el capitalismo no inventó al patriarcado, las relaciones patriarcales de opresión constituyen un soporte fundamental de la opresión capitalista.  El capitalismo sostiene relaciones de explotación y de apropiación desigual de los recursos necesarios para la vida. El patriarcado jerarquiza la posición de poder del varón heterosexual, relegando a lugares secundarios a mujeres, niñas/os, ancianos/as y otras identidades. Estos lugares son secundarios en términos del reconocimiento social que los mismos tienen, pero ocupan un lugar central privilegiado en el proceso de reproducción de las relaciones sociales capitalistas. El trabajo doméstico no es reconocido plenamente como trabajo ni puesto en valor. Sin embargo, el trabajo domestico es clave en el proceso reproductivo de las relaciones sociales capitalistas.
Así las cosas, como mujeres tenemos un papel clave en la cadena total de producción y reproducción de las relaciones sociales. Por ello también tenemos un papel central por cumplir –y que hemos tenido siempre– en la construcción de un proyecto alternativo al capitalismo. Y por todo esto, nuestro reconocimiento como trabajadoras y luchadoras, pero también como mujeres libres, resulta una amenaza para las estructuras de poder. Cuando nos salimos del libreto que la sociedad capitalista ha orquestado para nosotras, resulta insoportable. Por eso nos encierran, nos queman, nos violan…por ser mujeres, en lucha, pero mujeres…  
Entonces somos protagonistas, no solamente de las luchas de mujeres, por la diversidad sexual, por el cuestionamiento del binario de género, sino en la más amplia y abarcativa batalla para poner fin a la opresión de unxs por otrxs. Por la doble opresión que vivimos, la de clase y la de género (y a veces triple o más, si somos negras, originarias, lesbianas…), estamos en una posición privilegiada para entender la importancia de esta lucha conjunta, este reconocimiento que la única revolución que vale llamarse así es la que libera a todxs de toda forma de opresión.
Es por eso que nuestra rebeldía es más profunda, en la lucha por nuestros derechos no sólo ponemos en juego la obtención de una reivindicación sino que desestabilizamos el orden social patriarcal adaptado por el capitalismo. Porque salimos del molde en el que nos pretenden contener, porque dejamos de reproducir los valores y la organización social que beneficia a los ricos, porque quebramos los mecanismos de poder, porque cuestionamos las estructuras autoritarias. Y en caso de no lograr callar nuestro grito, buscan los mecanismos para adaptarlo a lo establecido, por ejemplo convertir un día de lucha obrera en una efeméride, “Día de la mujer”, superflua y sin sentido en la que en lugar de recordar nuestra fortaleza, nuestra organización, nuestros fuerza para resistir y enfrentar la represión estatal y patronal, se nos regala una “florcita” como acto de reverencia a nuestra “femineidad”.
El día de la mujer debería ser un momento importante para reflexionar acerca del trabajo que todavía nos queda por hacer como mujeres luchadoras –y como los compañeros de esas mujeres– para transformar nuestra realidad. El socialismo sólo puede afirmarse sobre nuevas relaciones sociales sin dominación, lo cual implica la revolución en lo inmediato, en la vida cotidiana, e incluye una nueva manera de ser mujer y hombre. Como mujeres creemos que necesitamos asumir aún con mayor energía la posibilidad de unir las batallas antiimperialistas, anticapitalistas, anticolonialistas y antipatriarcales hacia una perspectiva socialista.
Por eso luchamos, por revolucionar las calles, las casas y las camas.

PARIDORAS DE SUEÑOS


Por Griselda Grillo Cugliati - Frente Popular Darío Santillán para el
ENCUENTRO DE MUJERES DE LA OTRA CAMPAÑA


A Nancy, una militante-guerrera de la vida, que amó y luchó con coraje
 hasta el último segundo, enfrentando a la muerte, dejándonos
para siempre su ejemplo.
 .

Hablar de ellas no es llenar una página en blanco. No es pensar en frases con sentido. No es ni siquiera hallar las palabras justas, que nunca lo son, aunque se acerquen un poco a la verdad. No puedo. Y sin embargo están en mí y las he habitado y recorrido en el más amplio sentido del sentido. Y que más, si me han parido y me han alimentado y formado para poder hacer algo más con esta cabeza y estas manos flacas, que ropas y comidas calientes para la subsistencia.
No puedo expresarlas sin pensarlas, sin recordarlas, sin soñarlas, sin que fluyan por el corazón.
Hay que mirar. Mirar para ver. Para verlas basta asomarse un poco por alguna ventana. O asomarse a la ventana para verlas por la calle, más  rápido o despacito avanzan… recorren, sostienen, construyen, crean, trabajan, educan, inventan y luchan.
 Las veo enseñando y aprendiendo, prolongándose hasta la médula. Las veo tomando decisiones  cruciales. Asumiendo desafíos, sorteando desafíos… viviendo la vida como un continuo desafío. Las veo discriminadas y violentadas. Las veo desplegar todo tipo de maravillas creativas, en momentos de plena oscuridad, de intrincada miseria. Infinita capacidad de mezclar lo poco con un amor indestructible para alimentar a los críos, para que el futuro exista.  Y también las veo decidir. Decidir no ser, sino renacerRomper con todo…con todo, hasta con el miedo. Las veo trabajando de una manera y de otra, buscando, haciendo, construyendo. Las veo enfrentando múltiples, diversos, complejos desafíos y las veo luchando con mil manos  en todos los planos y contra todos los males.
Cierro los ojos para que llegue el sueño?.. Paisajes y formas que se construyen frente a mí como si no fuera yo la creadora… como si una mano invisible las naciera para decir algo o para no decir nada, y sin embargo… ¿ Más abajo? ¿En los claros de nuestra esencia?  Resistir… Resistir… Resistir…  y combatir.
¿Fueron ellas las que con estas manos elaboraron alimento, ropas y dignidad hace 200 años para que el Ejército de los Andes pudiera subsistir y hacerle la libertad a buena parte de este continente?
¿Fueron ellas las que bajaron desde las montañas de Perú, de Bolivia, de todo este anchote armadas de lanzas y coraje para hacernos libres y soberanas?- “… Ellas combatían con sus hijos a cuestas o en sus vientres, con o sin sus esposos, en grupos más o menos reducidos con un coraje que a veces parecía redoblarse frente a las fuerzas del enemigo…”-
Las veo corriendo en el viento. Peleando. Combatiendo. Y también en una lucha aparentemente silenciosa, o mejor dicho, en una permanente lucha cotidiana, constante,  subterránea…
¿Y más abajo?¿En los claros de su esencia? Resistir… Resistir… Resistir…  y combatir…
Pero… ¿Qué es este lugar tan destruido y desolado?... ¿Quién provocó tanta destrucción y muerte? …Ellos. Ellos generaron estas flores podridas. Ellos tornaron este cielo en espesa agua roja. Ellos produjeron este olor putrefacto.
Pero hay algo sagrado en las grietas. La posibilidad de vislumbrar el día. Aunque digan que no es cierto. Aunque digan que no es posible. Aunque lo hagan bien duro, trágico y difícil.
¿Es verdad que se levantaron de entre las ruinas y comenzaron a construir todo de nuevo? Es verdad que se reconvirtieron en alimento?..¿ Es verdad que crearon nuevos combatientes con los mismos ojos que tenían los de antes?
 Vuelvo del sueño como de un viaje extenso-. Es cierto… es cierto… estamos nutridas de una fuerza de la tierra… de la luna… de las estrellas…-
Yo las he visto levantándose hartas de aguantar en silencio. Las he visto cansadas de poner la otra mejilla. Las he visto resistiendo, soñando, ofreciendo a todos mil alimentos elaborados en medio del trabajo cotidiano.
Pienso en ellas. En nosotras. Orgullosa de poder decir y sentirme como nosotras.
-Y más abajo?  En los claros de su esencia ?- Me veo con toda mi sangre, todas mis venas, todas mis arterias parte de ellas y soy y estoy hecha de ellas-... Con estas manos tengo que poder hacer algo más que un gran pan que les dé de comer a todos… aunque si pudiera lo haría. Juro que lo haría y pondría en él lo más sagrado y hermoso para vislumbrar el día...
Las veo corriendo libres por las calles, agitando a la multitud y tirando piedras. Sí. Tirando hermosísimas y certeras piedras que nos devolverán, por lo menos, la voluntad de soñar un futuro bien diferente.                                                                                                                                                  Abro los ojos. Pienso agitadamente. ¡Estoy realmente despierta! ¡Esto ha ocurrido!..¿O fue parte de un deseo tan profundo que se convirtió en sueño?
-¿Y más abajo?- Su esencia. El calor de un fuego alimentado por siglos. Los rasgos y las grietas de una boca abierta. Ya casi sin dientes, pero desgarradoramente abierta…- La boca que parió hijos dignos cuando parecía que era un reflejo del dolor de un cuerpo que ha soportado y resistido todo tipo de flagelos. Y que se levanta. Una y otra y otra vez...- Cierro los ojos. Las veo marchando, en una extensa e indescriptible marcha sin tiempo. Y todos sus ojos mirando fijamente a los verdugos… avanzando con un paso que le da color y forma a esta tierra.
Ellas son las libertadoras de sueños. Las grandes paridoras de sueños. Las universales, legendarias, eternas mujeres del pueblo.
 - Nosotras somos guerreras  y como guerreras peleamos. No necesitamos cuentos. No necesitamos traductores. No necesitamos mandamientos. Somos mujeres en lucha por la libertad de nuestra América y por nuestra propia libertad, desde hace más de 5oo años... -
Abro los ojos. Me inundo. No es en vano esta lucha. No lo olvidaremos nunca.
 Por todas las guerreras que alumbraron el día. Por todas las que hoy resisten. Por las paridoras del mañana.
Por Juana, por Bartolina, por Teresa, por Nancy. Por todas las maravillosas mujeres que le hicieron el amor a esta tierra  creando la lucha y el sueño. Por todas y todos. La marcha continúa. No lo olvidaremos hermanas. Nunca.


A LA MANERA DE ANTÍGONA


       por Ana María Careaga para el
ENCUENTRO DE MUJERES DE LA OTRA CAMPAÑA
                                                                                   
“Todo, todo hay en ellos: dolor, odio, persecución,   
 vergüenza, ignominia y desdén (…)!
Y ahora… ¡que hay un decreto nuevo del
gobernante que por la ciudad entera
se propala! ¿Has tenido noticia, has oído  rumores? O, ¿eres acaso la única a quien se le escapan los males que vienen tramando los enemigos contra los seres que amamos?
Antígona, Sófocles.
   
Como corolario de diversas expresiones de lucha se instituyó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. Más allá de las diferentes acciones que se recuerden, conmemoren y reivindiquen, vinculadas a esa fecha, lo cierto es que desde el punto de vista simbólico, la instauración de un día consagrado a ellas nos convoca a reflexionar sobre la materialización que esa jornada tiene en distintas prácticas históricas en nuestro país, en las que la mujer cumplió un rol destacado.
Pensar esa perspectiva vinculada a los derechos humanos nos remite frecuentemente, si de la historia reciente se trata, a la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia. En ese plano, el rol femenino fue preponderante en los años de la última Dictadura y posteriores, estrechamente ligado al carácter de la represión y directamente proporcional a ella. Es desde ese recorte que abordaré algunas reflexiones.

Antecedentes

El golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, si bien significó una continuidad en relación a sucesivas alternancias de gobiernos militares y democracias formales, también constituyó una ruptura en relación a la modalidad represiva y a las tremendas consecuencias para el país y sus habitantes, respecto de las variables políticas, económicas, sociales y culturales.
Así, el golpe significó una persistencia en la represión que se venía aplicando desde grupos paramilitares y parapoliciales amparados desde el Estado y a la vez vino a sistematizar y generalizar el secuestro y el crimen como herramienta de control social.
Más de 500 centros clandestinos de detención, tortura y exterminio se constituyeron en el soporte material de ese accionar que no tuvo límites a la hora de secuestrar, torturar y asesinar a los militantes desaparecidos, sometiéndolos al cautiverio en condiciones extremas de desamparo y vulnerabilidad y despojándolos de todo rasgo humano.
Esa experiencia, en un contexto histórico de golpes en toda la región, que instaló gobiernos dictatoriales en el cono sur de América Latina, amparados por los Estados Unidos, tuvo como objetivo la reorganización social para crear las condiciones de implementación de modelos económicos neoliberales que propiciarían una acelerada concentración de la riqueza en manos de muy pocos y en desmedro de la inmensa mayoría de la población.
Pero, a pesar del logro respecto de los objetivos inmediatos del poder y su profundización y consolidación durante el menemismo en el caso de la Argentina, semejante vulneración de los derechos económicos, sociales y culturales no podía sino generar una modalidad de resistencia que habría de ser inédita también respecto de su magnitud e importancia y en la cual la mujer habría de tener un rol sobresaliente.

Las Madres de Plaza de Mayo

En el plano de las violaciones a los derechos humanos, a la vida y a la dignidad de las personas, el Terrorismo de Estado instaló prácticas represivas que no tienen precedentes en nuestro país y a cuyos agentes de aplicación se los entrenó para ello bajo la instrucción y la metodología de la Escuela de las Américas, con sede en Panamá.
Así, durante los años de plomo, la Argentina se hizo tristemente célebre con la figura de la desaparición forzada de personas. Miles de ellas fueron secuestradas de sus hogares, en horas de la madrugada, encapuchadas y engrilladas, llevadas a lugares de detención clandestinos, y desaparecidas. Sus familiares, ante esta situación y luego del recorrido “de rutina” en pos del paradero de sus seres queridos, comenzaron a idear nuevos recursos frente a una situación que los sumía en la mayor incertidumbre y angustia.
Fueron las mujeres, madres, a las que se les había arrancado parte de su ser, las que salieron al ruedo en busca de sus hijos, inaugurando una novedosa lucha en el reclamo por su aparición que habría de recorrer ejemplarmente el mundo, dejando sus casas y sus ocupaciones, a las que no habrían de retornar más. Se trataría de una lucha permanente e imprescriptible como la desaparición misma, que habría de dejar una huella indeleble en la historia de nuestro país, de la región y también a nivel internacional.
Antes de instalada la desaparición en forma generalizada y cuya cifra estimada en treinta mil es también directamente proporcional a la importancia de la resistencia impulsada, fueron también mujeres, madres, las que asistieron y acompañaron a los presos políticos que poblaban las cárceles argentinas.
Asimismo, el grado de perversión ilimitado de los desaparecedores, que además de erigirse en dueños de la vida y de la muerte de sus víctimas habrían de apropiarse de sus hijos, robándoles la historia y la identidad, duplicaría la búsqueda de esas madres que clamaban por el paradero de sus hijos extendiéndola a su condición de abuelas que aspiraban también a recuperar a los hijos de sus hijos, sus nietos.
Estas mujeres consideraron que frente a la pérdida más primaria, no tenían nada que perder y fue desde ese lugar que le dieron dimensión a su lucha.
Respecto de esta iniciativa, ellas explican que era la propia condición femenina la que podía protegerlas de correr la misma suerte que sus hijos y eran ellas las que intentaban preservar a sus compañeros convirtiéndose en vanguardia y líderes de ese reclamo, salvaguardando a su vez a sus otros familiares.
Sin embargo, aquellas mujeres, estigmatizadas por los personeros de la muerte como las locas de Plaza de Mayo, tampoco habrían de ser un límite en el procedimiento del terror. Tres de sus fundadoras fueron secuestradas, desaparecidas y asesinadas siguiendo los métodos más crueles e impensados que la dictadura de la muerte habría de idear para acabar con los valores más nobles de nuestra sociedad, así como antes otras madres, de presos políticos, también habían sido secuestradas.

Memoria, Verdad y Justicia

En el homenaje que estas páginas constituyen de hecho a la lucha histórica de las mujeres, queremos destacar la de muchas otras. Madres, abuelas, militantes, estudiantes, trabajadoras, profesionales, activistas que contribuyeron con su compromiso y entrega a generar las condiciones para que aquellos reclamos históricos en la lucha por la Memoria y la Verdad abrieran paso al camino de la Justicia.
De la tarea de investigación sobre los hechos ocurridos durante el accionar terrorista del Estado surge la persecución y la vulneración a la que fueron sometidas muchas mujeres por su condición de tales. Hoy, en los estrados judiciales, esos relatos dolorosos, que ofenden la condición humana, surgen a la luz, en un postergado acto de justicia que es profundamente traumático para las víctimas y la sociedad en su conjunto.  
Muchas veces se ha reflexionado sobre esta característica tan particular que adquirió la lucha por los derechos humanos en la Argentina. Cabe subrayar que en el despliegue y formas que fue alcanzando la represión del Terrorismo de Estado, la mujer cumplió un rol destacado y singular.
Ellas contribuyen hoy a la reconstrucción de un relato que nos habla de nuestra propia historia, y que recubre con esos testimonios una porción funesta de la tragedia argentina. Las maternidades clandestinas, instaladas en los campos de concentración como antesala de la pérdida de identidad de esos niños apropiados, muestra el paradigma de la privación contra esas mujeres militantes cautivas: su propia maternidad. Maternidad que luego se cercenaría en sus propias madres ante la falta de sus hijas e hijos, para siempre.
Se podría hablar entonces en términos de una lucha fecunda, de mujeres que reasignaron un lugar innovador a ese accionar, en relación al establecido para ellas desde una perspectiva social y cultural.
Si el discurso del amo, encarnado en este caso por el Dictador, representa un discurso único que enmascara la Verdad, las Madres devienen en fuerza reveladora de ésta, en el mismo momento en que la enarbolan como reclamo, aún si esa verdad es del orden de lo indecible.
Si planteada en términos psicoanalíticos, la incompletud, la división estructural del sujeto, es aquello que lo impulsa, podría pensarse a este impulso visceral inicial de estas mujeres, desde esa división desgarradora de su condición de madres vulnerada, como paridas entonces por esos hijos que las ilusionaron completas que, en una paradoja conmovedora, como ellas mismas señalan, las engendraron colectivamente para siempre. Generando así otra posición en la cultura. Aquí se encarna así, paradigmáticamente en lo real, la búsqueda incesante del objeto desaparecido.
Ese reclamo original que inaugura una vuelta en un círculo sin fin alrededor de la Pirámide de la Plaza de Mayo expresa una metáfora de su propia determinación de continuar la lucha por y de sus hijos.
En el marco de una represión feroz, que alcanzó a hombres, mujeres y niños; muchos de ellos hijos de una generación identificada con un proceso de cambio en un contexto histórico regional de luchas emancipatorias, comprometidos en una  práctica solidaria en pos de la equidad y en beneficio de los sectores más necesitados, las mujeres testimonian vivencias en muchos casos atravesadas por su condición de tales.
La vulneración de sus derechos, las vejaciones a las que fueron sometidas, las agresiones de las que fueron víctimas, y también sus luchas destacadas, nos convocan a una profunda reflexión acerca del papel que ellas tuvieron como tales en nuestra historia reciente.
Tal como en la tragedia de Antígona estas mujeres que no pudieron sepultar a sus hijos, fieles a aquellos Dioses, honran con su legado esa memoria. Sí, las locas, si “locura es perseguir los imposibles”*.

*Sófocles, Las siete tragedias, Antígona, Editorial Porrúa, México, 1996.

POR UN NUEVO CONTRATO SOCIAL

Por Adolfo Pérez Esquivel

   Toda sociedad es el resultado de quienes la componen, los impactos e imposiciones  de los procesos sociales, culturales y políticos  externos  afectan la vida de los pueblos y no podemos obviarlos. Los cambios producidos en las últimas décadas en el mundo son profundos y afectan al continente latinoamericano y definen en muchos casos el rumbo a seguir, somos países dependientes y en gran parte colonizados; por lo tanto sujetos a condicionamientos económicos, políticos y culturales.
  La dominación no comienza por lo económico; comienza  por lo cultural. Las ciencias y tecnologías impactan directamente en la vida e imponen conductas  que llevan a situaciones imprevistas, muchas veces lejanas a las necesidades de nuestras sociedades.
  Entre los impactos que pocas veces se tiene en cuenta y que afecta la vida de cada persona,  de las comunidades y de los  pueblos en el siglo XXI, los cambios son provocado en gran medida por los avances tecnológicos y científicos, como es “la aceleración del tiempo”  que lleva a cambios de los ritmos entre el ser humano y la naturaleza, principalmente podemos verlo en las grandes urbes que sufren los impactos mediáticos; como los medios de comunicación y transportes; la informática que ha provocado modificaciones profundas a escala mundial  y en el pensamiento filosófico y cultural y la dinámica de la vida; imponiendo la llamada “globalización”; fenómeno socio cultural y económico,  que los grandes intereses económicos y políticos  llevan ha los pueblos al “monocultivo de las mentes”, a la pérdida de las identidades, valores y pertenencia.
  Es necesario tomar conciencia de esta situación, caso contrario no se comprende donde estamos parados y hacia donde vamos.
  Un antiguo proverbio zen dice:”el pez no ve el agua porque vive en ella”,  tal vez los argentinos tengamos que aprender a vernos para saber cual es nuestra pertenencia, identidad y valores, si realmente existe la capacidad superadora y la construcción de pensamiento propio y la amplitud de compartir la vida con otros pueblos hermanos.
  La humanidad ha llegado al límite del camino de las sociedades industrializadas, sujetas al sistema capitalista y las consecuencias que provoca en las sociedades la concentración del poder económico y cultural, que llega a la agudización del desempleo, provocando las crisis económicas, exclusión social, el aumento de la  pobreza y el hambre que está llevando a la rebelión de los pueblos.
  América Latina sabe de crisis y situaciones límites, pero actualmente vemos que los mismos problemas se comienzan a ver en Europa, los     
  Estados Unidos, Grecia y los países árabes; situación que  tiende a profundizarse y que afecta a las dos terceras partes de la humanidad, como a la exclusión y el avance de la explotación de los bienes y recursos naturales, provocados por los grandes capitales dominantes  que privilegia el capital financiero sobre la vida de los pueblos.
  La FAO ha señalado en su informe, que por día mueren en el mundo más de 35 mil niños de hambre. ¿Cómo llamamos a esa situación?- La defino como un genocidio económico del cual no se habla y que las grandes potencian tratan de silenciar porque son los responsables de la misma.
  El otro escenario que es necesario tener presente son los organismos internacionales y sus estructuras, condicionadas y obsoletas que defienden sus intereses y no la de la humanidad, como la ONU que continúa con el Consejo de Seguridad y la falta de un sistema democrático, las empresas trasnacionales y sus intereses económicos y de expoliación de países con recursos y bienes naturales que viven empobrecidos.
  La Argentina ocupa un rol secundario como  país dependiente de la estructura de dominación y es necesario pensar en alternativas para el país que queremos; avanzar en ese sentido  necesitamos saber donde estamos parados a lo interno; conocer que hacemos ha nivel continental y el rol a cumplir en el escenario internacional.
  No se trata de proponer paliativos, sino de cambios profundos en el pensamiento y vida del pueblo.
  El país debe  recuperar la soberanía nacional perdida desde hace décadas, sin esa decisión política, es imposible avanzar en un país que no dispone de sus recursos naturales y energéticos, de su territorio y producción.  Avanzar con nuevos conceptos y propuestas del país que queremos es un desafío, no es imposible, pero si una ardua tarea que debe darse en el tiempo, en los campos tecnológicos y científicos que permita profundizar en las alianzas políticas y culturales,  en economías  superadoras de integración continental  hacia la construcción de nuevos paradigmas de vida, donde el pueblo se asuma como protagonista y constructor de su propia vida  y su propia  historia.
  El rol asignado a la Argentina en el sistema económico internacional, desde hace décadas fue impuesto por los centros del poder internacional, condicionando al país a la producción agropecuaria y productor de materia prima, alimentos e  insumos básicos, sin valor agregado.
  Es un país rico empobrecido,  con alto índice  de pobreza estructural y de exclusión social, como la alta  concentración poblacional en las grandes ciudades y la exclusión del interior del país, es decir la inmigración interna, provocada por la falta de créditos y condiciones de vida del pequeño y mediano productor rural, lo que lleva a la concentración de tierra en manos de terratenientes y empresas extranjeras
  Los problemas que viven los pueblos originarios sobre el derecho a sus territorios, como los campesinos, son víctimas del despojo y políticas complices de los poderes de turno.
  El sistema internacional ha determinado la asignación y roles a los países periféricos, sobre la producción y desarrollo industrial, a fin de disponer de los bienes y recursos de los pueblos
  Es un país que ha  perdido su soberanía., como fue las privatizaciones de sus empresas  Un país que no tiene control de sus industrias básicas estratégicas y no dispone de sus recursos naturales, es un país que ha perdido su soberanía. Basta tener presente la infraestructura cada vez más deteriorada y la destrucción permanente de lo existente, como el sistema ferroviario, que fuera privatizado y desarticulada la red nacional  de los medios de comunicación vial y marítimo.  Hoy el Estado  Nacional está obligado a subvencionar las empresas privadas, como el transporte aéreo, caso emblemático Aerolíneas Argentina que fuera privatizada  y saqueada y que  el gobierno se viera obligado a  re-nacionalizar sus despojos. La soberanía nacional es el primer eje a tener presente a fin de recomponer el país que queremos y no tenemos.

  La educación esa la base fundamental en la conciencia  liberadora, crítica y valores; dar a los jóvenes profesionales egresados los espacios de trabajo e integración en un proyecto de país y no la expulsión de los mismos que se ven obligados a emigrar. La Argentina es de los pocos países con educación libre y gratuita en todos sus niveles, pero adolece de una política educativa de integración nacional.
  El federalismo es necesario pero no el feudalismo de las provincias.     
  El país tiene un Ministerio Nacional de Educación, sin escuelas, lo que hace de las políticas educativas provinciales un enjambre feudal.
  La redefinición de la democracia representativa y delegativa que impide avanzar en las decisiones que necesitas de participación el pueblo y lograr propuestas superadoras en la construcción de la democracia participativa
  Una asignatura pendiente que cayó en el olvido intencionado de los dirigentes políticos, legisladores  y gobiernos hasta el momento, es la reforma constitucional del año 1994 que determina el ejercicio ciudadano de  los “referéndum y plebiscitos”, contemplados en la Constitución Nacional y que hasta la fecha, no fue votada y por lo tanto no está vigente en el ejercicio de la democracia directa del pueblo. La construcción de ciudadanía que genere nuevas alternativas sociales, culturales, educativas y políticas.
  La construcción del país que queremos depende de la capacidad de participación  ciudadana, de tener conciencia superadora de la situación actual que vive el país, saber donde estamos parados y proyectar políticas de mediano y largo plazo, sin dejar de atender la coyuntura. La integración continental es fundamental para alcanzarlo.
  El país necesita generar “un nuevo contrato social” basado en los nuevos desafíos en el país y el mundo, frente al agotamiento intelectual, político y filosófico actual y la necesidad de generar los marcos de alianzas regionales e integración continental.

PODER CONSTITUÍDO Y PODER CONSTITUYENTE

Del “Que se vayan todos” a una nueva alternativa popular

por Jorge Falcone
Miembro del Movimiento de Documentalistas y de la Organización María Claudia Falcone.

  Durante los últimos años de esta primera década del Siglo XXI se ha sostenido hasta el hartazgo que la crisis mundial es sistémica. Eso significaría que es el mismo sistema capitalista el que está en crisis.   Esto se ha discutido o puesto en duda insistentemente en varios foros económicos que intentan influir en la opinión pública.
  Los indeseables subproductos del capitalismo son el beneficio y el ahorro, por ser acumulativos. Su consigna de rigor sería "ahorro igual a inversión". La acumulación del último gran ciclo desde la II Guerra Mundial ha dado como resultado que el ahorro total (dinero en cualquier forma) supere los 600 billones de dólares. El PBI mundial anual es de sólo 60 billones de dólares. Consecuentemente, sus últimos espejismos de prosperidad han sido cada vez más importantes y más efímeros. Había que tomar una decisión: o desaparecía el dinero acumulado; o se volatilizaba el estado del bienestar, es decir, colapsaba el protagonismo del ser humano en aras del capital. Y la decisión de los incompetentes que ocupan los sillones de parlamentos y gobiernos en el mundo entero fue optar por lo segundo. Sin consumo, sin tejido empresarial, ambos quebrados por el sistema financiero, que ya sólo piensa en sí mismo - en su propia ruina, en cómo va a restituir lo que debe a sus depositantes e inversores -, el dinero excedente se ha refugiado en la penúltima frontera: la de las deudas soberanas. Los estados han seguido su ritmo de gasto a costa del ahorro internacional. El proceso, con ingresos por impuestos menguantes, es un pozo sin fondo.
  Ahora, esa ilusión también ha llegado a su fin. El poder mundial no ignora que el exceso acumulado del dinero fiduciario que el mismo ha contribuido a producir debe desaparecer. Los bloques mundiales se van estableciendo claramente: EEUU, Europa, Asia... cada uno con sus zonas de influencia monetaria. Todos estructurándose como macro estados al margen del mandato democrático. Todos tratando de devaluar antes que los contrincantes. Pero es demasiado tarde: devaluar hubiera sido solución hace años. No ahora, con la economía productiva destruida. En Europa ya han quebrado dos países: Grecia e Irlanda; los seguirán otros tres con absoluta seguridad: Portugal, Bélgica y España.   Y ahí se terminará la capacidad de soporte del Euro, sin perder la confianza de sus acreedores, los tenedores de las deudas soberanas en la moneda europea.
  Ya sólo les queda una salida: el establecimiento de dictaduras más o menos encubiertas, el control de la población mediante el miedo a las pestes, al desempleo y al hambre; y mediante una represión creciente hasta convertirse en brutal. Al final del camino de la degradación, sólo quedará una última alternativa donde quemar el exceso de dinero fiduciario: La guerra.
  Es de suponer pues que si al Imperio le toca morir lo hará matando. Y ahí lo tenemos, pactando alternativas continuistas en plena crisis de los países árabes, bombardeando Libia con los aviones de la OTAN, u hostigando el Caribe con el Plan Colombia en base a una prédica que por sostenida aún cala en vastos sectores de la opinión pública mundial, sobre todo en los países centrales: Sostener la existencia de un Eje del Mal para encubrir el afán rapaz de saquear los últimos recursos naturales del planeta al que su sistema viene devastando.
  Difícilmente Hollywood consiga alguna vez emular la magnitud del golpe de mano perpetrado por EEUU el 1° de Mayo de 2011 para fusilar sumariamente al líder de Al Qaeda en las proximidades de Islamabad, hecho del que es posible inferir algunas conclusiones inquietantes: 1) El escaso margen político que ofrece el capitalismo salvaje para que un presidente norteamericano negro y demócrata juegue a ser progresista; 2) el penoso desempeño de una comunidad internacional que acepta dócilmente la lógica de un director de la CIA que legitima la tortura a nivel planetario; y 3) la inadmisible ironía de que el mismo imperio que en 1975 difundió en tapa de la revista Life la foto de un marine yanqui posando la bota sobre la cabeza decapitada de un arrocero vietnamita, o la reciente filtración a Internet de la imagen sonriente de la conscripto Lindie England divirtiéndose junto a su novio con un prisionero musulmán aterrorizado por perros de policía en la cárcel de Guantánamo… de buenas a primeras tenga en cuenta la sensibilidad de la opinión pública mundial y le evite apreciar el cadáver de un ex socio con un tiro en el ojo izquierdo, por cierto mucho menos truculento que los que acostumbra apilar putrefactos desde Haití o Sudáfrica la pantalla de CNN.
Arenas calientes
  Un efecto positivo de la globalización tecnológica es el que permite a buena parte de la humanidad - aún aquellas comunidades culturalmente más endógenas - tomar nota de cómo se las arreglan pueblos hermanos para conquistar cuotas crecientes de bienestar. La crisis desatada hacia principios de 2011 en el mundo árabe hoy encuentra a Egipto celebrando la caída del dictador Mubarak y expectante de una transición que Occidente aspira a que sea "ordenada", con todo lo que significa esa palabra.
  Circunstancias similares produjeron disturbios, heridos y detenidos en las protestas de Argel, y el decreto de Estado de Sitio en la capital ante la celebración de la mayor manifestación producida en muchos años. Las protestas en dicho país exigieron cambios en el régimen del presidente Abdelaziz Buteflika.
  Como lo señalara oportunamente Fidel Castro, a diferencia de lo ocurrido en los casos consignados, o en Túnez y Yemen, Libia ocupa el primer lugar en el Índice de Desarrollo Humano de África y tiene la más alta esperanza de vida del Continente. La educación y la salud reciben especial atención del Estado. El nivel cultural de su población es sin dudas más alto.  Sus problemas son de otro carácter. La población no carecía de alimentos y servicios sociales indispensables. El país requería abundante fuerza de trabajo extranjera para llevar a cabo ambiciosos planes de producción y desarrollo social.  
  Por ello suministraba empleo a cientos de miles de trabajadores egipcios, tunecinos, chinos y de otras nacionalidades. Disponía de enormes ingresos y reservas en divisas convertibles depositadas en los bancos de los países ricos, con las cuales adquirían bienes de consumo e incluso, armas sofisticadas que precisamente le suministraban los mismos países que hoy la invaden en nombre de los derechos humanos. 
  La colosal campaña de mentiras, desatada por los medios masivos de información, dio lugar a una gran confusión en la opinión pública mundial. Pasará tiempo antes de que pueda reconstruirse lo que realmente ha ocurrido en Libia, y separar los hechos reales de los falsos que se han divulgado. Por lo cual, en su inocultable lucha por rapiñar cada reserva petrolera del planeta, de momento el Imperio viene cubriendo con la figura de Muammar Ghadaffi el rol demoníaco que dejaran vacante Saddam y Bin Laden.

El Mayo Español
  “Ha llegado el momento de abrir la caja de Pandora: y ahora solo resta que os vayáis y dejéis el campo libre para que podamos hacer las cosas bien, con la participación de todos y con la hermosa bandera de la Democracia Real izada en nuestros pabellones. No lo pongáis difícil empecinados en vuestra arrogancia. Idos a casa, politiquillos. Idos ahora cuando todavía os cabe el honor de la retirada silenciosa. Después no habrá tiempo y será muy doloroso. Estáis despedidos. Sin 45 días. Ni paro”.
                                 Manifiesto de los acampados en la Puerta del Sol

  El modelo neoliberal acuñado durante la pasada década por los países centrales y exportado como panacea a los periféricos comienza a hacer agua en impensadas latitudes donde hasta ahora se disfrutaba de los recursos expoliados a pueblos que afortunadamente nos desembarazamos antes de semejante yugo.
  El 15-M con sus mini organizaciones, mini comités, y concejos, en fin, lo que los sociólogos llaman “articulación orgánica de las demandas públicas” hizo su entrada en la escena, madrileña primero, española después.
  Movimientos políticos no alineados con los partidos tradicionales como los que adquirieran visibilidad en nuestro país tras la crisis de 2001 son absolutamente necesarios para la revitalización de la política. En ese sentido parece ocurrir en la política lo mismo que con las religiones: Estas últimas caen, cada cierto tiempo, en el seguimiento de la simple letra más no del espíritu del texto sagrado, o en el rito desprovisto de sentido.
  No se sabe si el M15 llevará a algún cisma político. Lo que sí se sabe es que con su sola presencia ha hecho vibrar a la política española y europea como no había ocurrido desde hace mucho tiempo. Y eso sólo puede ser bueno, si se tiene en cuenta que una política cierta necesita mucho más del disenso que del pensamiento único.

Tropiezos hacia el alba de Nuestra América
  La primer década del Siglo XXI abunda en lecciones de las que sacar partido en Nuestra América. La hora de los pueblos que viene experimentando la región se vio parcialmente empañada por arteros intentos del Imperio destinados a no perder el control de su patio trasero: Acaso el ejemplo más flagrante haya sido el golpe de mano que puso fin al mandato democrático del presidente Zelaya en Honduras. A continuación Ecuador también viviría una intentona policial alimentada por la CIA, que afortunadamente no consiguió abortar el proceso que encabeza el presidente Correa.
  Posibles razones de Estado atentas a mantener el equilibrio regional han venido limitando últimamente el liderazgo continental que alguna vez ensayara la Revolución Bolivariana, y en su propio seno – al unísono con la comunidad internacional – ha causado verdadero desconcierto la decisión del presidente Chávez – hoy protagonista de un impensado acuerdo con el presidente colombiano – de repatriar a Bogotá a presuntos miembros de las FARC y del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
  El presidente Evo Morales, por su parte, inauguró 2011 derogando el decreto que provocó el alza de los precios de la gasolina y el diesel. La medida fue tomada al término de una reunión con su gabinete, sindicatos y organizaciones sociales en La Paz, un día después de una violenta jornada de protesta de sectores sociales.
  Afortunadamente, estas marchas y contramarchas en los procesos populares en curso también incluyen iniciativas auspiciosas como la de Unasur formulando estrategias para proteger los recursos naturales de la región, lo cual demuestra a las claras que los latinoamericanos no la tenemos fácil… ni aflojamos.

¿En Argentina gobiernan los indignados?
 “El cuestionamiento del modelo de Estado en varios países, con la creación de Asambleas Constituyentes, ha permitido la entrada en escena de sectores históricamente ignorados como el campesinado y la población indígena”
                                        Roberto Montoya (periódico Miradas al Sur)

  La lidia electoral en curso no ha conseguido disimular una flagrante crisis del modelo sindical sostenido por el oficialismo ni las grietas que produce este sistema rentista aún entre los sectores político-sociales dispuestos a acompañar un proceso destinado a sostener el statu quo apelando a un discurso pretendidamente progresista.
  La falacia mediática que propone un ejecutivo capaz de interpretar el clamor alzado en 2001 contra la vieja política es incapaz de sostenerse ante la más mínima revisión de las numerosas luchas reprimidas y silenciadas en circunstancias y latitudes donde no llega el canto de sirena de los “derechos humanos”, allí adonde incluso la TV Pública mira para otro lado:
  Poco después de la llegada de la Gendarmería al prolongado acampe de la comunidad Qom La Primavera, un grupo de integrantes de La Cámpora se hizo presente en el lugar con la supuesta tarea de supervisar el levantamiento del campamento y la partida a Formosa de la mayoría de los rebeldes. La muchachada oficialista, que jamás estuvo durante los 5 meses del acampe, no aportó siquiera una botella de agua, estuvo allí solamente para respaldar el desalojo. Permaneció mirando desde la vereda de enfrente. Lo que también supone un posicionamiento ideológico.
  La población de Desaguadero mantiene bloqueada las fronteras entre Bolivia y Perú. Se opone a la explotación minera de los cerro Santa Ana y Khapia, dados en concesión a una empresa canadiense por parte del gobierno del Alan García.
  Hace muy poco atacaron e hirieron en  Santiago del Estero a Franco Damián Campos, líder territorial de envergadura, metalúrgico, músico, poeta y compañero de socióloga rural que fuera amenazada por los corruptos del ex PSA hoy Agricultura Familiar.
  La CCC y la Unión Campesina acamparon en la rotonda de acceso a Castelli, Chaco. Representantes de los Qom, los Wichi y Criollos  habían marchado 52 Km. en 2 columnas (una desde  Villa Río Bermejito y otra desde Miraflores) reclamando tierra, apoyo a la producción, mejores condiciones de vida, justicia y repudiando el convenio de entrega de 220 mil hectáreas de tierras fiscales para la explotación de Árabes Sauditas, firmada por el gobernador.
  Trabajadores/as de prensa de Mendoza también marcharon en defensa de la dignidad laboral y la vigencia del Convenio Colectivo de Trabajo 17/75, asimismo denunciaron que el Sindicato es conducido “a espaldas de los periodistas, violando todos los procedimientos legales y de participación”.
  La Gendarmería desalojó por la fuerza los piquetes de ADOSAC previa intimación a que se retiren. Mientras el Secretario General de la entidad, estuvo en Buenos Aires intentando promover una reunión con el Ministro de Educación Eduardo Sileoni y el Ministro de Trabajo Carlos Tomada, sin éxito. El conflicto lleva más de un mes.
La Asociación de Docentes de Chubut (ATECH) declaró el estado de alerta y asambleas escolares con mandato de paro. El mismo día se realizó una importante manifestación en Rawson y se presentó petitorio a la ministra de educación provincial.
  22 obreros rurales del Alto Valle de Río Negro llevaron a cabo una huelga de hambre seca en Plaza de Mayo, en denuncia de las Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART), que nos les reconocen los porcentajes de incapacidad adecuados a los numerosos accidentes que se producen. Muchos trabajadores pierden la vista o algún ojo por clavarse ramas y sufren caídas de las escaleras con fracturas. Así mismo denunciaron la inacción de UATRE, y obtuvieron un triunfo luchando al margen de su burocracia sindical.
  Una asamblea popular cortó la ruta 3 que comunica Caleta Olivia con Comodoro Rivadavia. La medida se tomó luego de que el conflicto docente cumpliese 40 días lapso durante el cual el gobierno dio muestras de su inoperancia para resolverlo. La asamblea emitió un documento en el que reclama: "la presencia del gobernador de la provincia en forma urgente para que contribuya a resolver los graves conflictos permanentes que afectan la paz social de nuestra comunidad y su zona de influencia" y "la no militarización de la Provincia de Santa Cruz con la presencia de la Gendarmería".
  Este puñado de acontecimientos literalmente desaparecidos de los medios de comunicación - oficialistas y opositores - da cuenta palmariamente de que si en nuestro país hay “indignados” (como en España) no están precisamente en la Casa Rosada. Y que el “modelo nacional y popular” cacareado hasta el hartazgo por la militancia oficialista, cuanto menos atrasa años luz respecto a las experiencias de democracia social y participativa que se llevan a cabo en el continente, allí donde existen Asambleas Constituyentes capaces de dar voz y voto a los invisibles de la Historia, experiencias todas que debieran servirnos de ejemplo.

Conclusión: Clientela electoral o pueblo en rebeldía
   “El capitalismo es un antagonista irredimible de la verdadera democracia”
                                                                        Rosa Luxemburgo

  En la Argentina actual ni la izquierda estatal ni la opositora debaten ya el poder. Más bien se vive lo que Néstor Kohan define como el Síndrome de la Efemérides Permanente. Valdría la pena – por ende – cuestionarse qué hacer mientras las masas estén en reflujo.
  Vicente Zito Lema sostiene que las derrotas nos cuelgan una mochila por varias generaciones. Acaso sea hora de que demos cuenta de la misma y en vez de seguir ocupándonos de qué falló durante la última ofensiva popular busquemos aunar con grandeza las incontables luchas en curso de las que aquí se consignó apenas una ínfima muestra, respetando celosamente una diversidad de miradas que más que divorciar nutre.
  Los nacionalistas revolucionarios que militamos en espacios extraparlamentarios y autónomos y no adscribimos a la lógica electoral vigente creemos que se deberá buscar al nuevo sujeto social de un cambio en la confluencia del sindicalismo de base y los numerosos movimientos sociales excluidos por el modelo. Este sistema agónico buscará sobrevivir saqueando nuestros recursos, por esa misma causa hoy la emancipación no consiste en despojarse apenas de un yugo colonial sino de conjurar globalmente una crisis civilizatoria que pone en riesgo la continuidad de nuestra especie. Ante el poder constituido entonces, hay que construir el poder constituyente.-